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La breve pero interesante historia de la marca suiza, Monteverdi

16/07/18

Estamos en una época de grandes fabricantes de automóviles, normalmente organizados en complejos grupos empresariales, que fabrican millones de vehículos al año y utilizan la economía de escala. Esto deja poco espacio a las pequeñas marcas que fabrican pocos coches de forma artesanal e imprimiendo un valor añadido superior. Quedan pocos como Morgan o Pagani, algunos de hecho han ido desapareciendo con el tiempo. Uno de ellos es Monteverdi.



Para el que no lo sepa, Monteverdi fue un pequeño fabricante suizo que operó entre 1967 y 1984. El fundador no fue otro que Peter Monteverdi, nacido en 1934 en Binningen (misma localidad que Roger Federer). Desde sus primeros años se interesó por el mundo del automóvil, algo normal en una familia que poseía un taller de reparaciones. Tras completar sus estudios, estuvo como aprendiz de mecánico en una fábrica de carruajes.


Monteverdi Special


En 1952, cuando Monteverdi tenía apenas 17 años, creó su primer automóvil. Lo llamó Monteverdi Special y para hacerlo tomaba como base un Fiat 1100 que estaba en muy mal estado. En 1956 se ve obligado a hacerse cargo de la empresa familiar debido a la muerte de su padre. Peter se pone a la cabeza del Monteverdi Binningen Motor (MBM) y empieza a construir coches de competición y a labrarse una buena reputación en su trabajo.


Ya en sus primeros años trabaja con marcas de la talla de Ferrari, Lancia o BMW. En 1961 consigue entrar en la Fórmula 1, siendo el primer constructor suizo de la historia. Sin embargo, un fallo de motor y un accidente truncaron temporalmente ese sueño. Peter siguió trabajando duro y pasó a centrarse en los coches de producción de lujo. En 1967 se establece con su propia marca, de nombre Monteverdi y presenta el primer modelo a la venta.


Monteverdi High Speed 375S de Frua

Fue el Monteverdi High Speed 375S, un coupé de altas prestaciones que fue presentado en el Salón de Frankfurt de 1967. El diseño salía de la pluma de Pietro Frua, el mismo que había creado el Maserati Mistral. Llevaba bajo el capó un enorme motor V8 de 7.2 litros que era de origen Chrysler y que desarrollaba 375 CV. Solamente se hicieron once unidades de este ejemplar y hubo algún prototipo de otras versiones (batalla extendida y cabrio).


Pero en 1969 Monteverdi rompe su relación con Frua y empieza a trabajar con Carrozzeria Fissore. Se encargaron de hacer un rediseño al High Speed 375 y llevar a cabo otras versiones como el 375/L con carrocería alargada o el descapotable 375 C. Con el paso del tiempo se van introduciendo diferentes mejoras y el 2+2 se convierte en la carrocería estándar. Más adelante llegaría un cuatro puertas, el 375/4, que aumentaba aún más su batalla.


Monteverdi Hai 450 SS

Mientras tanto se empezaba a plantear un relevo para este modelo y en el Salón de Ginebra de 1970 presentaban el Monteverdi Hai 450 SS. Llevaba un motor V8 HEMI, también de Chrysler, aunque finalmente solo se hicieron dos unidades. Lo mismo pasaría con el Hai 450 GTS, que tenía algunas modificaciones y solo se haría uno. El motivo era su elevado precio, que estaba por encima de sus rivales de Ferrari y Lamborghini.


En 1976 llegaba uno de los giros más importantes en la historia de Monteverdi. Por primera vez se olvidaban de la producción de deportivos de altas prestaciones y se centraban en los vehículos todoterreno. El primero de este tipo en llegar fue el Monteverdi Sahara, que no tenía un desarrollo propio, sino que se basaba en el International Harvest Scout. Mejoraba algunos aspectos y hubo una segunda generación rediseñada por Fissore.


Monteverdi Sahara

En 1977 se atrevían con un sedán, el Monteverdi Sierra, que tomaba con base al Plymouth Volare. Fissore llevó a cabo bastantes modificaciones para que tuviera un carácter más europeo. Hubo una versión descapotable y otra familiar que no tuvieron éxito. Cuando se dejó de producir el Volare hubo un segundo sedán en la marca suiza, el Monteverdi Tiara, que se basaba en el Mercedes Clase S (W126).


En 1982 se terminó la producción de vehículos Monteverdi y está considerada la fecha oficial de su despedida como marca. Durante los siguientes años se siguieron desarrollando algunos prototipos, pero ninguno fue llevado a producción. Paralelamente, en 1990 compraron el equipo Onyx de Fórmula 1. El “Monteverdi-Onyx” solamente disputó 10 carreras en la temporada y se retiraron por problemas económicos.


Monteverdi Hai 650 F1

En 1992 intentaron volver a escena con el Monteverdi Hai 650 F1, un superdeportivo que utilizaba algunos de los componentes con los que habían competido en la Fórmula 1. Tenía el mismo chasis y el motor Ford DFR V8 con más de 650 CV y una velocidad máxima de 335 km/h. También se quedó en el proyecto y solamente se hicieron dos prototipos. Parece que se quedaron en el Museo Monteverdi, que abrió sus puertas en 1985 en lo que había sido anteriormente su fábrica en Basilea.


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